Volvamos al horario normal de trabajo!!!!
Debemos reconocer que nadie estaba listo para el fenómeno del trabajo en casa, y aplicando el modelo de Liderazgo Situacional de Ken Blanchard, cuando esto se inició estábamos entusiasmados, “voy a ver más a mis hijos”, “ahora voy a tener más tiempo para mí”, “voy a estar más tiempo con mi espos@”. Este es el nivel D1: “Alta emoción y compromiso, 0 competencia para la tarea”. Hoy en día, luego de 5 meses trabajando desde casa, estamos en un nivel D2 “Desmotivación, falta de compromiso y atisbos de competencia”. Ya nos dimos cuenta que nada de lo que imaginamos se hizo realidad, ahora tenemos menos tiempo para nosotros y nuestras parejas, se duplicaron las horas de trabajo, nos conectamos antes del inicio de la jornada presencial, y en algunas empresas se termina de madrugada. Me comentaba el área de IT de un cliente que el nivel de emails que se están enviando se ha duplicado comparado con la etapa pre pandemia. Esto que quiere decir que el “emailitis” (que dicho sea de paso es el peor vehículo de comunicación persuasiva que existe – solo sirve para dejar constancia de que escribiste), también se volvió una pandemia, y el “Zoomitis” (todos con las cámaras apagadas, lo que es genial, porque nadie sabe que le estoy dando de comer al perro, o ayudando a mi hijo con su tarea, utilizando un audífono inalámbrico), reemplazó a la “Reunionitis”. Recuerden que estar con la cámara apagada en un zoom, es como sentarse de espaldas a la mesa en una reunión presencial.
Lo que he encontrado en los últimos talleres sobre administración del tiempo es impresionante. Tenemos que parar esta locura. Equipos estresados, sin tiempo personal, crisis familiar por no tener tiempo para apoyar a los hijos en sus tareas de colegio, o a la pareja en las tareas de la casa. En algunas corporaciones se está trabajando de madrugada, un ejecutivo de un banco me comentó hace poco que entre las 8pm y las 10pm un día de semana había recibido 120 emails internos. Recuerden que el stress destruye el sistema inmunológico, lo que hace que tus equipos estén más susceptibles de enfermarse.
Entiendo que hemos pasado por una crisis organizacional sin precedentes, y aprovecho para felicitar a todas las áreas de las empresas que han podido capear la situación que hemos enfrentado. Finanzas, Planta, Operaciones, Logística, Contabilidad, Cobranzas, Mantenimiento, Sistemas, y Comercial, que han tenido que lidiar con un fenómeno completamente nuevo. Han llevado a cabo cientos de negociaciones con clientes y proveedores, proyecciones financieras en un contexto impredecible, cierre de locales, contabilidad a distancia, reasignación de recursos, paralización de proyectos, o inicio de nuevos proyectos adaptados a la coyuntura, así como la implementación de los sistemas de protección a la salud de los trabajadores. Me permito rendir homenaje a las áreas de RRHH que han tenido la parte más dura de reducir puestos de trabajo, desvincular por teléfono o Zoom, reducir salarios, reasignar personal, leer y entender todas las absurdas regulaciones laborales que cambiaban día a día, lidiar con un sindicato que no entiende que este año no hay ningún incremento salarial, levantar el ánimo de la gente que entraba en crisis, y muchas otras funciones más que no han sido muy agradables. Y en todas estas áreas y responsabilidades, le sumamos las tareas de la casa, las demandas de los hijos, el cuidado de la salud de todos, la preocupación por nuestros padres, las compras por delivery, el desayuno, el almuerzo y la cena diaria.
Felicitaciones a tod@s por lo que han logrado. Pero ahora hay que empezar a volver a la normalidad laboral. No es cierto que la “nueva normalidad” es el horario de 14 horas, y no es cierto que como no ves a tu equipo presencialmente quiere decir que no están trabajando y que les podemos seguir asignando tareas hasta las 10 de la noche. Hemos perdido la brújula. La Constitución sigue vigente, y el horario laboral es de 8 horas diarias y 48 horas semanales, eso no ha cambiado. Dejemos de seguir enviando emails en horarios nocturnos, o pidiendo que el equipo se conecte en zooms el fin de semana. ¿No se están dando cuenta que están destruyendo a sus colaboradores, generando lo que ya se conoce como el “home office burnout”? En el mejor de los casos nos queda un año más en esta situación, ¿realmente creen que van a poder mantener a sus equipos de trabajo con este ritmo? Lamentablemente esto no va a cambiar hasta que la alta dirección de las empresas, o lo que yo llamo “El Olimpo”, sea consciente de lo que está sucediendo, y ordene a todos los jefes y gerentes que haya 0 comunicaciones a partir de las… digamos 7pm?
Debo señalar que para escribir sobre lo que está pasando en muchas empresas he tenido que generalizar, debe haber algunas donde esto no está sucediendo, mis respetos a ellas. Francia y España ya promulgaron leyes que le dan al trabajador el derecho a no responder llamadas, correos o mensajes recibidos fuera del horario laboral, y se está exigiendo a las empresas el diseño de políticas de “desconexión digital” (otra tarea para RRHH). Quizás ese es el camino que deberíamos recorrer. Un saludo especial a tod@s, y disculpas por ser tan crudo con lo que he descrito, ese es el rol de un verdadero consultor, decirle al emperador que está desnudo, cuando todos aplauden su nuevo traje.
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