Dar y Recibir – Rompiendo un Paradigma

Creo que Adam Grant ha escrito uno de los mejores libros que he leído últimamente. Dan Ariely señala que Grant ha roto con la sabiduría popular que equipara a quienes son “givers” con gente débil, y a los “takers” como gente fuerte. Douglas Stone y Sheyla Heen, autores del libro “Conversaciones Difíciles”, señalan que Grant presenta evidencia del vínculo entre la generosidad y el éxito. La lista de recomendaciones del libro por parte de CEOs y autores exitosos es interminable.

Uno de los párrafos que me llamó la atención fue: “Cada vez que interactuamos con una persona, tenemos una elección que hacer: ¿tratamos de reclamar tanto valor como podamos para nosotros?, o ¿pensamos en generar valor sin preocuparnos tanto acerca de lo que vamos a recibir”? Esta es la clave.

Todos en algún momento actuamos como “givers”, “takers” o “matchers” (te doy lo que me des). Definiendo los polos opuestos, un “taker” es una persona que está acostumbrada a recibir más de lo que da, anteponiendo sus intereses a las necesidades de los demás; creen que para tener éxito en la vida, tienen que estar mejor que otros, se aseguran de tener el crédito por lo que hacen, y creen que si no se preocupan por ellos mismos, nadie lo hará.

En el otro extremo, tenemos a los “givers”, que tienden a activar la reciprocidad en la otra dirección, prefieren dar que recibir, y se centran en lo que otras personas pueden requerir de ellos, comparten su tiempo, energía, conocimientos y contactos con otras personas que los pueden necesitar.

Margaret Clark, psicóloga de Yale, ha demostrado que la mayor parte de las personas actúan como “givers” en relaciones cercanas, como puede ser el matrimonio o la relación con los hijos, en las que contribuimos sin estar esperando algo a cambio. Pero esto se complica en el ambiente laboral.

Grant demuestra en este libro con ejemplos de todas las profesiones e industrias, cómo los “givers” acaban siendo los más exitosos en el largo plazo. Lo que no quiere decir que un “taker” no tenga éxito, lo que sucede es que cuando un “giver” tiene éxito, ese éxito tiene efectos que se extienden a otros y acaba afectando positivamente su entorno.

Cuando un “taker” tiene éxito, por lo general al otro extremo hay alguien que perdió. Y no es que un “giver” tenga que ser altruista o buena gente, “givers” y “takers” tienen ambiciones, pero tienen una manera distinta de lograr sus objetivos.

Creo que es importante seguir exponiendo este tema, porque nuestras sociedades están atravesando una crisis ética y moral sin precedentes, y tenemos que entender cómo responder a esta realidad. Creo que nuestra responsabilidad es construir lazos que permitan dar bienestar a los que nos rodean. Eso no va a suceder si en lo único que estás pensando es en ti, sin considerar el entorno.

¡Prometo seguir escribiendo sobre este tema en otra oportunidad!

Eduardo Moane

Jun, 15, 2017

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