Reflexiones sobre el Regateo – Un estilo prehistórico de negociación
Si nos remontamos al momento en que la especie humana pasó de nómadas a sedentarios, y se inicia la horticultura incipiente, será fácil imaginar que entre los distintos grupos de personas o entre personas de un mismo grupo, empezó a surgir el trueque, intercambio de bienes en el que sin duda debe haber existido algún tipo de valoración disímil que generó discrepancias entre las partes, y muy probablemente regateo.
Se cree que la práctica del trueque surge hace aproximadamente 10,000 años, más específicamente, en la etapa neolítica de nuestra evolución. A esto me refería en el título, no a quienes en el 2016 siguen negociando de esa manera…
En el regateo la idea es empezar con una cifra lo más alta o baja posible al inicio del proceso, e ir haciendo pequeñas concesiones a medida que se va avanzando. La idea es desmerecer el producto o servicio que la otra parte ofrece, y mantener un esquema confrontacional, amenazando permanentemente con que “si no aceptan mi propuesta, le compro a la competencia”. ¿No les suena medio neolítico?
Hoy en día podemos encontrar precios comparativos de la mayor parte de bienes y servicios en el celular, o pidiendo propuestas a la competencia. Y sin duda, como ya lo hemos señalado en otro artículo, uno tiene que explorar sus alternativas (plan B) antes de entrar a la mesa de negociación.
Lo que no se da cuenta la persona que está frente a un “regatero”, es que desde el momento en que esa persona está sentada frente a usted, es porque tiene un interés en su propuesta, de lo contrario, ni le hubiese dado cita. Ahora, si usted tiene un precio adecuado al mercado, y además un valor agregado que su competencia no tiene, entonces ¿cuál es la razón de entrar al juego del regateo? Esto cobra mayor relevancia cuando se trata de relaciones de mediano y largo plazo.
Las personas no se dan cuenta de que cuando un regatero lanza su primera cifra sin fundamento, al nosotros irnos al otro extremo, estamos validando el esquema que el otro ha propuesto, y esa cifra arbitraria se queda encima de la mesa de negociación.
Una mejor manera de proceder es llevar el proceso hacia la sustentación de los números. “¿Me podría explicar de dónde salió ese número? ¿Por qué 100? ¿Por qué no 50? o ¿Por qué no 200? Las cifras en una mesa de negociación tienen que tener un “criterio de legitimidad” y es en esa dirección en la que hay que ir.
Ahora, también sugerimos pensar si ese es el tipo de cliente con el que quiere trabajar. Fidelizar a un cliente golondrina que no valora el servicio o la calidad de su producto va a ser un permanente dolor de cabeza.
Recuerde a Pareto. El 20% de tus clientes te generan el 80% de la rentabilidad, pero también el 20% de tus clientes, que probablemente son difíciles, le quitan a tu equipo el 80% de su tiempo para atenderlos, generan malestar, y no dejan rentabilidad.
Una vez que identifiques a este tipo de cliente, lo mejor que puedes hacer, es justamente enviarlo a la competencia.
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Eduardo un gusto saber de tu retorno como siempre con tus comentarios coyunturales que los aprecio particularmente , actualmente soy directivo de un sindicato de una empresa líder en mi país y porque no afirmarlo en el mundo lo que me propone ser mejor y líder de equipo tus sabios consejos los tengo muy presente en esta nueva etapa de mi trayectoria personal
Un abrazo
Edmundo
23 agosto, 2016 at 7:33 am
Estimado Edmundo
Que gusto saber de ti, gracias por tu comentario. Te felicito por lo que mencionas, ser un buen directivo sindical tiene muchas implicancias y responsabilidades, tenemos que cambiar el esquema de que un buen líder sindical tiene que ser confrontacional. Hay que construir, educar a las bases, dar el ejemplo. Por otro lado, en nuestra experiencia, el 90% de los problemas que encontramos en las relaciones laborales se generan en las empresas, por falta de comunicación, por gerencias que no conocen la realidad de las bases, o por jefes que todavía creen que pueden maltratar al trabajador. Hay que saber cuando ponerse firme también. Este año nos hemos metido mucho al tema laboral, estamos ayudando en 3 procesos, uno de los cuales ya se cerró exitosamente para ambas partes.
A tu disposición en lo que necesites.
Abrazo,
Eduardo M.
23 agosto, 2016 at 7:44 am
Muy buen artículo Eduardo, lamentablemente debo decir que cuando uno negocia con un Sindicato, por diferentes motivos (educación, presión de las bases, experiencia dirigencial, etc.), este no entiende razones, y argumentos como que sus salarios promedio son mayores a los del mercado y otros no son escuchados, cayéndose finalmente en el ancestral regateo que mencionas.
Un abrazo,
23 agosto, 2016 at 9:43 am
Coincido Juan Carlos, lo que sucede es que nosotros entrenamos a la empresa y al sindicato en el mismo taller de negociación, y allí se dan cuenta de que están en el mismo bote, y que probablemente hay muchas cosas que la empresa puede hacer sin mayor costo que generan mucho sueldo emocional, un tercero imparcial en estos temas siempre ayuda a encontrar los puentes, a pesar de lo que mencionas. Toma tiempo y esfuerzo, pero los resultados son asombrosos. Nosotros hemos cerrado un pliego minero en una semana, pero ambas partes fueron entrenadas y utilizaron criterios de legitimidad en todo momento.
Abrazo
23 agosto, 2016 at 9:49 am
Estimado Eduardo a lo largo de esta negociación colectiva que hemos tenido en el transcurso de estos meses hemos logrado entender de una manera muy concreta que le regateo no es lo ideal si no lo que nos enseñaron en la capacitación a la cual acudimos y recibimos se as herrientas claves para llevar a cabo esta negociación que por cierto ya lo cerramos y gracias a lo aprendido,logramos plasmar un criterio de legitimidad y gracias a ello cerrar de una muy buena manera nuestro pliego y estar satisfecho de el mismo y digo a nombre de todas los delegados de la s sedes menos uno que parece no entendió o por su capricho o resentimiento se opuso, pero en general todos estan satisfechos de esto y con la idea de que el regateo no es el camino en una negociacion.
23 agosto, 2016 at 10:03 am
Estimado Robinson: Gracias por tu comentario. Creo que lograron el objetivo, en un momento difícil para el sector han llegado a un acuerdo que genera valor para ambas partes. Ahora no hay que bajar la guardia y seguir trabajando juntos para hacer de Exalmar una mejor empresa, tanto para los trabajadores como para los accionistas. Saluda a todo el equipo del sindicato por favor. Y estamos a tu disposición para lo que necesiten.
Abrazo,
Eduardo Moane
23 agosto, 2016 at 10:12 am
Estimado Eduardo, gracias por tus reflexiones sobre el regateo, yo trabajo en una empresa farmaceutica lider en el mercado. Te agradezco mucho los consejos los cuales además compartiré con mi equipo.
Saludos
Olga
23 agosto, 2016 at 2:29 pm
Estimada Olga: Gracias a ti por leernos y compartirnos. Saludos a todos en Teva.
Eduardo
25 agosto, 2016 at 1:08 pm
Eduardo;
Me has hecho acordar que el año de 1999 empezamos la negociación en la empresa minera que trabajaba, con la nueva cultura empresarial de tener un “Comité Sindicato – gerencia”, decidimos hacer un taller de negociaciones de 3 días con todos los miembros del Sindicato de trabajadores y la plana gerencial de la empresa; fue extraordinario, aprendimos otras herramientas de negociación, dejando el regateo y llegar a acuerdos satisfactorios de largo plazo para ambas partes, en una semana a de negociaciones; se rompieron paradigmas. Gracias por tu apoyo y asesoría en ese proceso y luego hicimos otras mas, inclusive con las Comunidades.
Abrazos
Lucio
24 agosto, 2016 at 11:26 pm
Estimado Lucio, seguimos en el tema, poco a poco iremos cambiando más paradigmas tanto en el lado empresarial como sindical. En efecto, con ustedes en BHP se inició este proceso de capacitar al sindicato en técnicas de negociación, pioneros de clase mundial.
Saludos,
Eduardo
25 agosto, 2016 at 1:07 pm