La matriz de nuestras relaciones
Luego de tantos años ayudando a personas y empresas a lidiar con sus conflictos y negociaciones complejas, me aventuro a esbozar una teoría respecto a que en todas estas negociaciones y relaciones personales o laborales, hay una “matriz” que explica el funcionamiento de esa relación.
Cuando en la película “Matrix“, el personaje Link se la pasa mirando una pantalla donde solo se ven símbolos verdes que van cayendo, y él le da indicaciones a Neo sobre donde encontrar un teléfono, uno se pregunta ¿Qué lee este tipo?.
Lo que sucede es que Link, conoce la matriz, y la entiende. Luego vemos que Neo atraviesa la pared con la mano, cuando se da cuenta de que todo alrededor suyo es un “sistema” o una “matriz”.
En esta misma línea de pensamiento, todo tipo de relación humana, sea laboral o personal, tiene una “matriz”. O mejor dicho, una forma de ser y funcionar. La relación de pareja, la relación de los padres con los hijos, las relaciones laborales, o las relaciones con clientes y proveedores.
Las decisiones de corto plazo para maximizar las utilidades que toman los ejecutivos de algunas empresas tienen una explicación muy simple vinculada con el KPI impuesto por la alta dirección.
Aun cuando hoy se encuentra muy criticada, y varios escándalos demuestran que no puede mantenerse vigente, muchas corporaciones se siguen rigiendo bajo el principio de que el objetivo es maximizar el valor al accionista sin importar las consecuencias que ello conlleve.
El hecho de que las empresas mineras hayan mantenido un perfil bajo durante tanto tiempo, sin considerar los grandes cambios que se han dado en el mundo, tiene una explicación que tiene que ver con el perfil del minero que probablemente es un empresario muy tradicional y conservador.
El hecho de que cuando hablamos de servicio en el Perú muchos pensemos inmediatamente en Wong, tiene una explicación. El hecho de que nadie piense en un banco o en un proveedor de telefonía o cable cuando hablamos de servicio, también tiene una explicación.
Al interior de las empresas existen una serie de relaciones con jefes, compañeros de trabajo, otras áreas, clientes o proveedores, que tampoco están funcionando bien. Cuando preguntamos en los talleres de negociación a equipos comerciales ¿Cuáles son sus negociaciones más complicadas, las internas o las externas?, ya saben cuál es la respuesta: Las internas.
Entonces te preguntas ¿Qué pasa?. Muy simple, muchas empresas no saben diseñar KPIs cruzados, con lo cual las áreas no colaboran entre ellas, porque cada una está mirando su KPI, que no tiene nada que ver con el de la otra área, esa es la matriz de la falta de colaboración.
Cuando alguien envía un email a un colaborador de otra área y no tiene respuesta, eso también tiene una explicación. Ese colaborador tiene prioridades dadas por su jefe que no tienen nada que ver con tu pedido.
Cuando luego de una conversación con otro ejecutivo de tu empresa llegas a un acuerdo y antes de retirarse uno le dice al otro, “de acuerdo, pero envíame un email”, también tiene una explicación.
Estamos viviendo en una cultura de desconfianza corporativa, todo debe quedar por escrito, no vaya a ser que luego no reconozcas el acuerdo, o que auditoria pida una explicación de lo que sucedió. Tenemos que protegernos. Allí tienen otra matriz.
En la vida familiar también hay matrices muy claras que hay que entender para poder explicar lo que nos sucede. El matrimonio es difícil, pero nunca nos lo dijeron, las estadísticas de divorcios y matrimonios que continúan por costumbre o conveniencia son contundentes.
Bueno, entonces esa es una negociación que se debe tener a diario, no dejando conversaciones en el tintero o elefantes sentados en la sala que lo único que hacen es generar el desgaste de la relación. Entender que la convivencia es difícil y que se debe trabajar mucho para que funcione es otra matriz.
La relación entre madres e hijas es especial, Deborah Tannen tiene un libro maravilloso sobre las comunicaciones entre hijas y madres titulado “¿Te vas a poner eso?”, un título inocente hasta que le pones el tono de voz de la madre (Are you wearing that?).
La relación entre un padre y una hija es muy especial, y hay muchas investigaciones que soportan el hecho de que la mujer buscará en su vida aquellos principios y valores que vio en su padre. Quien quiera profundizar en esta relación, el mejor libro que he leído sobre el tema se titula “Padres fuertes, hijas felices”, escrito por Meg Meeker (frases del libro).
Sobre la relación madres de hijos varones no hago comentario alguno porque es muy complicada, y requeriría un libro completo para ilustrarla. En todas estas relaciones también hay una matriz, o forma de operar común a muchas culturas.
Creo que la clave en la vida es entender la “matriz” de nuestras relaciones, y para eso solo hay que leer sobre el tema, tomar distancia para asumir el rol de “observador”, sin calificar o juzgar, y ver cómo está funcionando la relación, para luego pensar en cuáles son las probables causas de que la relación no esté funcionando como deseo, o cual es mi contribución al estado actual de la relación.
Se necesitan dos personas para bailar “tango”, y les aseguro que cuando vean sus relaciones desde esta perspectiva, se darán cuenta de que nosotros mismos estamos involucrados activa o pasivamente en el baile, y que para bien o para mal, estamos funcionando dentro de una matriz.
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Un articulo muy interesante y profundo implica saber escuchar para poder entender y ayudar; estan de pormedio los valores que ultimamente se van perdiendo, la palabra ya no cuenta y debemos dejar por escrito todo. Es importante ser congruentes con que decimos y hacemos puede que algunas veces metamos la pata pero debemos ser responsables de nuestras acciones y si tenemos claro esto tambien tendremos claro la matriz de nuestras relaciones.
Saludos,
14 junio, 2016 at 8:09 am
Maria Luisa: Lamentablemente lo que dices es cierto. Hay una “matriz” corporativa de desconfianza, por eso lo queremos todo por escrito, he escuchado muchas historias sobre este tema en los talleres. El tema es entender lo que motiva a las personas y lo que mueve las relaciones, allí está la matriz. Una vez que la tienes clara, la vida se simplifica porque tienes menos expectativas respecto al comportamiento de los que te rodean.
Saludos, y gracias por leernos.
Eduardo Moane
14 junio, 2016 at 9:05 am
Muy interesanante el relato, me gustaría saber mas sobre el tema.
gracias.
14 junio, 2016 at 8:51 am
Diego: Sobre este tema no vas a encontrar mucha literatura porque es una creación nuestra. Si te pones a pensar, toda relación tiene una manera de funcionar, de ser, hay que encontrar eso. Sin duda, hay que leer sobre como funcionan estas relaciones, si me dices cual de las matrices quieres entender mejor, te paso bibliografia. Sobre el matrimonio hay mucho, sobre la relación hijo madre, sobre la relación de los padres con los hijos en general. Lo otro ya es simplemente desarrollar la capacidad de ver más allá de las pareded de la matriz, y darnos cuenta cuales son los intereses de las personas, que los mueve, o ¿que mueve al sistema”. Cada área de Backus tiene una manera de funcionar, condicionada a su KPI, el mundo corporativo se explica mucho por este tema de donde pones la “zanahoria”.
Saludos, y gracias por leernos
Eduardo M.
14 junio, 2016 at 9:08 am
Sin duda Eduardo, es algo que vemos y vivimos y porque no decir… hasta ya nos acostumbramos e involuntariamente sentamos las raíces de manejarnos en una relación sin los valores fundamentales del ser humano.
En las negociaciones diarias con la familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. siempre tratamos de vincularnos buscando satisfacer necesidades puntuales que cada individuo nos vaya a satisfacer, y perdemos vista el valor de la persona que esta a nuestro lado.
El libro de Meg Meeker, es muy bueno, y recomendado mil veces – sobre todo si se tienen hijas.
Muy buen articulo, muchas gracias por compartirlo.
14 junio, 2016 at 9:30 am
Estimado Giancarlo: Gracias por tu comentario. Como bien dices, ese libro Padres Fuertes, Hijas Felices es lectura obligatoria para todo padre. Espero que todo esté yendo bien contigo, y nuevamente gracias por leernos.
Abrazo,
EM
14 junio, 2016 at 9:43 am
Señor Moane,
Gracias por compartir sus artículos, siempre son muy interesantes y lo dejan a uno pensando.
Me gusto la parte en la que menciona a “Los Elefantes sentados en la Sala”. Es tan importante soltar todo lo que se está pensando y sintiendo antes de que las cosas ya no tengan arreglo.
Generalmente creamos nuestras propias historias, les damos formas y le agregamos colores, los dimensionamos de manera tal que nos llegan a generar tanta ansiedad, que nos quitan libertad y tranquilidad.
A veces esos “Elefantes” pueden llegar a convertirse en “Dinosaurios” por no hablar a tiempo. Lo inteligente es conversar oportunamente antes de que invadan no sólo la sala, sino que también estén en el comedor y la cocina.
Hasta la próxima lectura!!!!
14 junio, 2016 at 10:49 am
Claudia: Gracias por tu comentario, el siguiente artículo va a ser sobre los “elefantes” que tenemos en la sala, y la increible manera que tenemos todos de evadirlos o no mirarlos, creyendo que van a desaparecer, cuando en realidad lo que sucede es que siguen creciendo hasta que se convierten en los dinosaurios que mencionas.
Saludos,
EM
16 junio, 2016 at 12:57 pm
Estimado Eduardo
gracias por compartir este interesante artículo, el enfoque de matriz en las relaciones me resulta muy valioso y perfecto para ponerlo en práctica y lograr mejores resultados tanto en lo personal como lo profesional.
14 junio, 2016 at 12:16 pm
Gracias por seguirnos Guiomar. Esto se aplica a todo, y siempre recordando que en la vida no tenemos éxitos o fracasos, tenemos resultados, y esos resultados son producto de lo que pensamos, decimos y hacemos. Si tan solo entendiéramos la esencia de estas relaciones, podríamos lograr mejores resultados personales y laborales.
Abrazo,
EM
16 junio, 2016 at 12:55 pm
Excelente artículo, gracias
Qué importante es no descuidar a los individuos como la base de todo éxito, anteponer los principios a las conveniencias!
14 junio, 2016 at 2:50 pm
Carolina: Sobre todo porque en una empresa somos un conjunto de individuos, de células, que si nos moviéramos más articuladamente, los objetivos se lograrían con mayor facilidad, es cierto que se está premiando las conveniencias de las áreas o de los individuos por sobre el interés común.
Gracias por seguirnos
Eduardo M.
16 junio, 2016 at 12:54 pm
Estimado Eduardo, el artículo es muy atinado y proyecta situaciones comunes que por lo general no son vistas o analizadas con el nivel de profundidad de requieren. actualmente las relaciones internas son las más difíciles, muchas veces porque no tenemos la fuerza para resolverlas con el cambio de posición o del personal, otras porque no tomamos la acción correctiva para lograrlo.
esta situación es mas evidente en la relación interna porque se refleja y genera fricción que por lo general no se puede limar con facilidad. no siendo a sí con los clientes, pues si el cliente se siente incómodo con una situación que se presente con el proveedor, exigirá su derecho o simplemente romperá la relación comercial con este proveedor.
me encantó el artículo.
14 junio, 2016 at 5:05 pm
Estimado Juan Manuel: Una pena que las relaciones internas en las empresas se hayan complicado tanto. Hace poco en un taller una señala se agarraba la cabeza y decía “es que no lo ven?” – Realmente es algo tan evidente, y tan fácil de cambiar si tan solo movemos los KPIs hacia metas cruzadas entre áreas. Coincido que con los clientes acaba siendo más fácil.
Abrazo,
EM
16 junio, 2016 at 12:52 pm
Profesor Moane
Me agrada la metáfora que utiliza (respecto de la película THE MATRIX, para explicar las matrices de nuestras relaciones), efectivamente a veces estas ultimas se tornan tan complejas que se hace necesario – y obligatorio – comprender primero como funcionan en esencia todas nuestras interacciones con los diferentes grupos humanos en los que participamos.
Solo aportarle lo siguiente: Neo era el que se introducía en la matriz y experimentaba todo ese vasto y complejo mundo de interacciones que la MATRIX ofrecía, Tank monitoreaba sus movimientos desde afuera y estaba sanamente distanciado de lo que se experimentaba dentro de la matriz, por eso tenia una perspectiva mas objetiva; con ello quiero decir que en ocasiones, para comprender la esencia de todas las relaciones que cultivamos, debemos apoyarnos en las personas las cuales sabemos son cercanas a nosotros, y hagan las veces de ese “Tank”, el cual nos advierte acerca de cuales relaciones son autenticas y cuales son tan solo ficción, mostrándonos a su vez la ruta hacia la salida mas proxima…
Espero no pase mucho tiempo para que pueda estar nuevamente en Arequipa
Un cordial saludo
15 junio, 2016 at 11:53 pm
Estimado Arturo
Gracias por escribir, complementas muy bien la idea del artículo con la idea de TANK, que es como un coach que toma distancia para ver la matriz, nosotros mismos debemos darnos ese espacio para alejarnos de los que nos sucede a fin de ver el “macro” y por otro lado, la sencillez que hay dentro de todo tipo de relación. Es cierto que Seminarium debería volver a organizar algo en Arequipa. Se los voy a comentar.
Abrazo,
EM
16 junio, 2016 at 12:50 pm
Dr. Moane, lo felicito por su artículo que me ha hecho retrotraer a algunos años atrás en que no existiendo tanta tecnología, la palabra tenía mucho más valor que el papel o el email.
saludos.
16 junio, 2016 at 9:46 am
Estimado Guillermo: Es cierto, la tecnología y los KPIs mal diseñados están afectando la cultura de las empresas, y la palabra que debería haber seguido siendo lo que más valor tiene para gente que trabaja teóricamente con un mismo fin. Una lástima, pero quienes tienen la responsabilidad de ser jefes o gerentes pueden hacer mucho para cambiar esto. Gracias por seguirnos.
Abrazo,
EM
16 junio, 2016 at 12:48 pm