El líder no se califica como tal

He tenido el privilegio de trabajar con la organización de Ken Blanchard, y de verlo trabajar en varias oportunidades. Recuerdo un Taller de Liderazgo Situacional II en el que Ken preguntó a los participantes si alguno era Gerente. Muchos levantaron la mano. Luego preguntó si alguno era líder, y uno de los participantes levantó la mano.

Ken se le acercó lentamente, y le preguntó: ¿Y a usted quién le dijo que es líder? Un poco fuerte viniendo del mismo Ken, pero el mensaje quedó claro, solo los colaboradores pueden calificar a un jefe o gerente como líder, o como decimos en los talleres, “solo el pueblo tiene el derecho de calificar al líder”.

Entiendo que hay empresas que han empezado a utilizar el término líder para calificar a su personal, y aunque corro el riesgo de caer mal (los consultores no siempre decimos lo que el cliente quiere escuchar), creo que esto es un error, ya que simplifica con una etiqueta algo que requiere ser ganado en base al comportamiento de la persona en cuestión.

La etiqueta no cambia al producto. Y aun cuando de lejos algunos tomates puedan parecer manzanas, cuando uno mira de cerca, la realidad se hace evidente.

Alguna vez llegué a ver la tarjeta de presentación de un Gerente General cuyo título era “Líder Principal”. Una total contradicción. Un líder no se puede calificar como principal porque una de las características básicas del un liderazgo es justamente la humildad.

Un líder inspira, acompaña, está presente, enseña con el ejemplo, y tiene un estilo en el que se combinan la relación con la sustancia (KPI). Para ser líder hay que creer en las personas, y verlas como seres humanos, no como piezas de un engranaje que permiten llegar a un objetivo económico.

Eduardo Moane

Abr, 13, 2016

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